miércoles, 27 de abril de 2016

BIG BIG LOVE

FRIENDSHIP (2016)

Sucede muchas veces que cuando alguien cercano nos habla sobre una película, un disco, una serie de televisión, etc. nos genera unas expectativas sobredimensionadas debido a su impresión, y en cierto modo es tan lógica su postura si le ha gustado el producto y quiere recomendarlo con fervor, como la coacción que sentimos a la hora de valorarlo ya sea en positivo o en negativo, y obviamente también pasa a la inversa, por eso creo que se le hace un flaco favor al autor o responsables de cualquier manifestación artística, si desde un punto de vista pasional elevamos a los altares lo que ha creado porque el que se deja guiar por nuestros impulsos favorables va a abordar la escucha o la visualización influenciado por la condescendencia ajena. Digo esto porque hoy voy a tener que tirar de objetividad a la hora de afrontar este escrito, ya que adoro a esta banda tal como os conté en su día a colación de la reseña que hice de su inolvidable concierto en el Lunario del Auditorio Nacional de la Ciudad de México. Por ejemplo, si me dejo llevar por la devoción os diré que esta es la mejor formación actual entre todas las que he tenido la suerte de disfrutar (y ahí está el matiz). Estoy seguro de que este es mi disco favorito del año sin necesidad de ser prudente ante lo que está por llegar y que el contenido de su debut en formato de larga duración es perfecto, puesto que así lo creo, pero está claro que si quiero compartir mis emociones con los demás y transmitir su grandeza, debo basar mis argumentos desde la imparcialidad y analizarlo con coherencia. Cuando escuché 'Friendship' por primera vez, recuperé la sensación de aquella mágica e inolvidable noche en la que la BBL tocó en la mentada sala de la capital azteca y llegué a esta conclusión, así en caliente, pero pasada la emoción compulsiva mantengo intacta la impresión, es más, ha ido en aumento porque crece a cada escucha y tiene la virtud de abrir nuevas vías auditivas a cada nueva degustación. Este debut en formato largo que revela al excelente Ep homónimo que lanzaron en el 2012, es el más tremendo álbum que he oído en años, un trabajo que marca una evolución incontestable y que irradia energía, calidad y belleza de principio a fin.

Tres años ha durado una espera que han sabido gestionar de manera convincente, manteniendo la curiosidad de sus adeptos con su habitual cortesía y compartiendo adelantos y pequeños extractos del proceso de grabación, amén de ofrecer un buen número de actuaciones en directo donde iban dando a conocer con cuentagotas, algunos temas recién salidos del horno. Atrás queda lo ofrecido en su ópera prima, una obra magistral que tengo en un pedestal entre mis favoritas de siempre, pero que ahora vista en perspectiva pide una remasterización con el paso del tiempo que la deje en buen lugar, porque una de las virtudes de este nuevo paso es la producción, una faceta de la que ellos mismos se han hecho cargo y que brilla sobremanera. En este largo hiato, he ejercido de curioso y me he ido enterando de su progresión por mediación de lo que han compartido en la red y viendo numerosas entrevistas, iba comprobando que su madurez cogía forma a pasos agigantados al tiempo que su personalidad seguía siendo fiel a lo que representan cuatro melómanos cuya noble pretensión es comerse el mundo haciendo lo que les gusta pero siempre con los pies en el suelo. Cabe destacar que en base a esa sencillez que les caracteriza han sido la cabeza visible de una éspecie de escena o colectivo formado por Joaquín García & The Local Universe, Gloom, Los Blenders, Hawaiian Gremlins (cuarteto que cuenta también con Santiago Mijares, aunque aquí se hace cargo de la batería), Judas El Desgraciado, Minor Shadows, Little Ethiopia y O Tortuga, jóvenes bandas de la capital mexicana que se apoyan mutuamente y que incluso en su mayoría se unieron para ofrecer un recital benéfico para recaudar fondos para sufragar los gastos médicos de una amiga en común, aquejada de una enfermedad.

El mismo día que anunciaron en las redes sociales que ya se podía tener acceso al nuevo álbum, acordé con mi chica (tan fan o más que yo), resistir la tentación de escucharlo en streaming en solitario, para poder hacerlo juntos llegada la noche y así poder compartir nuestra opinión al momento de forma fresca e impetuosa. Metidos en harina y tras hallar ese hueco confortable para disfrutarlo al máximo, dimos play al reproductor de Spotify, la primera plataforma que ofreció la posibilidad de conocer las canciones íntegramente. El corte de apertura, "Silver", era uno de los que más ansiaba oír porque una semana antes había sabido por boca del propio Santiago (voz del grupo), en una entrevista visual concedida a la revista Rolling Stone, que era su favorito del lote, y la verdad es que debo confesar que en un principio pensé que por su corto minutaje y su condición de intro no me iba a marcar mucho, pero ahora puedo decir que le comprendo y que es magnífica porque desde entonces tengo su melodía metida en la cabeza a todas horas, y es que esa atmósfera con ese texto recitado en modo reprise son realmente hipnóticos y me parece un genial punto de partida con el que abrir no solo el disco si no también sus directos, tal como pude comprobar el pasado sábado vía cibernética en su concierto del Vive Latino, después viene "Boxer", primer arrebato enérgico, ejecutado entre sonidos de carácter electrónico y percusiones ensoñadoras haciendo del ritmo arte hasta la llegada de esa revitalizadora guitarra de línea optimista y esa armonía vocal exquisita, modulando la reverberación a las teclas y emergiendo una luminosidad que se interrumpe con un riff intenso a mitad para apostar por una variedad estilística admirable, y mientras se apaga su llama poco a poco, un suspiro leve de silencio y llega la tintineante algarabía de "Tibias", ya familiar para nuestros sentidos, porque fue la pieza escogida como adelanto hace unos meses y la habíamos consumido hasta la extenuación, pero no por ese motivo la íbamos a acoger con menos ganas, una delicia en la que priman los cambios de rumbo sin brusquedad y en la que la suma de elementos genera el triunfo, por su atrevimiento, su belleza coral, su crudeza, su maraña de distorsión sutil y su magno uso de los ambientes que personalmente tanto me recuerda a Editors, The Killers y Arcade Fire, pero solo por tener ligeras afinidades con algún pasaje sonoro en una composición de los mismos, no como influencia porque si por un motivo me gusta este proyecto es porque suena honesto, auténtico, identificable y dotado de personalidad propia, a continuación llega otro tema estelar, "Eurydice", que no hace mucho fue elegido como segundo sencillo del álbum y el primero en ser presentado con un vídeo (aquí podéis visualizar la labor que hizo Rodrigo Bonilla tanto en la dirección y la fotografía), una de mis predilectas debido a que la función de cada miembro alcanza un punto de inflexión, comenzando por esos compases iniciales tan épicos en su conjunto como los que podemos hallar en el nuevo material de Sigur Rós, adornado con un aroma a banda sonora o barroquismo clásico en onda Wagner e individualizando un poco, por ese rendimiento que le saca a su instrumento el gran Patsi, emulando la depurada y mística técnica de Carlos Dengler de Interpol, introduciendo en la mente del oyente una dócil pero carnosa tonalidad que lleva el peso de ser el gancho magnético de la canción, la impresionante voz de su hermano que cada vez suena más dotada y segura, a la altura de Eddie Vedder y el Jeremy Enigk de los primeros Sunny Day Real Estate en cuanto a empaque, pero no en registro, pues en ese aspecto me parece genuino, las elásticas mutaciones eléctricas de Marco, que encajarían en el ideario intrépido de su admirado John Frusciante o del nunca lo suficientemente reconocido Mike Eizinger de Incubus, y como no, la magia de Gerardo a los parches, que aquí acaricia los platos con la fuerza de un luchador de brega pero con elegancia al estilo de Logan Kroeber en The Dodos. Tras ese póker maestro, llegaba el turno de las que no teníamos rodadas, con lo que la curiosidad invadía nuestra humilde morada y "Pellinore", abría la lata como Messi en las mejores ocasiones, con ese toque sinfónico-progresivo más cercano al space-rock de Pink Floyd de la época de "Astronomy domine" pero pasado por un flitro contemporáneo que les acerca a los Radiohead de 'Kid A', una estupenda tonada que inmediatamente recordé haber oído en aquel concierto antes mentado en una versión embrionaria, "Golden", que coquetea con la indietrónica proponiendo un cruce vocal estimulante entre las voces del mayor de los Mijares (aquí más inspirado que nunca anteponiendo la calidez) y la emergente artista madrileña Lucía Scansetti, para acabar con un fin de fiesta que rompe una lanza a favor de la jovialidad en una montaña rusa de incitación al baile, idónea para aumentar la euforia de los espectadores que tengan la suerte de acudir a sus presentaciones sobre los escenarios, "New youth", que en su concepción inicial se titulaba "Eva", y que muy de acuerdo con el análisis que me hizo en el momento mi querida Sra. Esmiz, tiene toda la lógica en su nueva denominación porque representa la evolución no solo de su sonido sino de la música en general, del gusto por ampliar horizontes e ir un paso más allá, y es que por algo ellos la definen como la más complicada de tocar, y no por haber utilizado dos baterías para el cometido, si no por el carrusel constante de matices que la encumbran. Nos aventuramos a decir incluso que va a ser una imprescindible en su discografía de aquí en adelante, un himno al nivel de "Inmortality", buque insignia de su Ep. En resumidas cuentas, una de esas gemas que en su elaboración no requieren de trucos de artificio, simple y llanamente de una inmediatez arrolladora. La verdad es que podría decir que es mi indiscutible fijación entre las once joyas que componen el disco, tal vez porque me recuerda a esas estructuras de ingeniería que hicieron The Smashing Pumpkins en el glorioso 'Siamese dream' (uno de mis discos de cabecera), si no fuera porque existe "Winning (Hirst)", el Santo Grial de su cancionero para este humilde servidor que escribe, una de esas proezas de marcado acento experimental tipo "This is hardcore" de Pulp o "I'm not human at all" de Sleep Party People, pero moviéndose en los mismos terrenos de Lotus Plaza y Panda Bear, precedida por un preámbulo instrumental que le hace de cicerone "BER-CDG", esta pista sube la marea y encauza las aguas gradualmente penetrando en el corazón y es que desde que topé con ella hace un tiempo gracias a este fascinante audiovisual, mantengo un idilio indestructible con ella, la efímera "The day of David die", que cobra un mayor sentido cuando se escucha el disco de un sola tacada, y "Friendship", esa rotunda clausura que nos deja ávidos de más madera futura, una gran despedida que resume con su denominación el sentir que tuve en su día, que Big Big Love es una gran familia, desde los cuatro fieras que se encargan de poner chicha a la máquina hasta su mánager Héctor Vázquez, pasando por esos tres benditos coristas que dan color y diversión a sus conciertos y toda la legión de seguidores que llevan detrás y que a buen seguro se han sentido tan felices como yo al ver que su propuesta crece como la espuma.

Y bueno, es posible que finalmente no haya podido evitar dejarme arrastrar por mi reconocida admiración por los hermanos Santiago y Patricio Mijares y los impagables Gerardo Beltrán y Marco Carrión, pero es lo que hay, cuando un disco es tan brillante solo se puede alabar sin tapujos. Espero que su éxito traspase fronteras y que los organizadores de grandes festivales como Primavera Sound, FIB, FIZ o Sonorama recurran más temprano que tarde a ellos y nos los traigan por estas tierras, aunque me conformaría con verlos en eventos idílicos como el precioso Petit Format. Ahí lo dejo como aviso a navegantes...

https://play.spotify.com/album/3PRMdCzUdj3LmnyLVU1cLr

6 comentarios:

  1. Hola corazón!

    Quedó excelente como has descrito todo!!! es lo mismo que siento acerca de Big Big Love. Hemos tenido innumerables conversaciones acerca de lo fantásticos que son. Me llenan de recuerdos y gracias a ti los conocí. Recuerdo que me emocionó sobremanera escuchar su EP y verlos en vivo, fue lo máximo y más porque tú estabas conmigo jeje. Disfrutamos mucho y salimos flotando del concierto!!! El caso es que ahora que leo tu escrito, recuerdo que jaja estábamos pendientes de cuando ponían otra canción y hacíamos nuestro recuento de emociones. Eso es lo hermoso de la música que consigue juntar corazones.

    Puedo decirte que el disco me encantó, aunque tengo mis favoritas, ya lo sabes, son las mismas que las tuyas jaja, he notado su crecimiento, sus ganas de crear, su manera de ser tan diferentes al resto de bandas que día a día deseábamos encontrar en México. No quiero menospreciar a otras bandas, pero es que BBL lo tiene todo, voz, creatividad, talento, originalidad, incluso una complicidad entre ellos que eso es muy bueno que el público lo note. Y siendo tan jóvenes lo que hoy en día nos ofrecen es tan digno, ya me imagino en un futuro lo que tienen por dar. Porque además de su interesante propuesta, en directo son increíbles, erizan la piel, asombran y consiguen meterse por los poros.

    La de veces que he escuchado "Winning" mientras dibujo jaaja que ya creo que todos tendrán ese nombre jajaja, y ya ardo en deseos de dibujar escuchando "New youth", a ver que me sale ajaja :D. Creo que te comenté cuando vimos el programa de Central once, que me encantó la de Boxer, tiene una armonía que resplandece, aunque en el disco no me atrapó tanto como en vivo, en mi opinión si los teclados no hubieran estado tan marcados, hubiera dicho que es perfecta, pero aún así es una gran rola. Y bueno, tesoro, ya sabes que deseo de todo corazón que esta banda coseche muchos éxitos, que haya BBL para toda la vida y que cuando estemos viejitos vayamos a sus conciertos :) o de menos tenerlos jaja en la boda, juntaleee amor para que toquen ahí!!! Besos tronados.

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  2. Que bien te expresas cielo, ojalá me hubiera quedado tan clara y concisa mi opinión sobre este disco como tú la has expuesto ;)

    Que vamos a decir de este disco y esta banda que no hayamos comentado antes y que no hayas tú explicado aquí...tanto valor sentimental tiene por aquella noche tan maravillosa que siempre van a tener un lugar en nuestro corazón. No sé, aparte su música es tan sanadora, quizá sin pretenderlo pero suenan tan vitales, tan optimistas, creo que si me tuviera que llevar una discografía a una isla desierta, tal vez me apañaría con la de ellos, aún teniendo en cuenta que todavía están empezando como aquel que dice. El futuro que les queda por delante es muy atractivo, espero que no nos hagan esperar otros tres años, eso si, jaja.

    Muchas gracias por comentar, cosita y compartirme todo cuanto vas escuchando y sabiendo de ellos.

    Me voy corriendo a echar otra moneda a la hucha para que toquen en la ceremonia :P
    Te adoro!

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  3. Bro, que gran disco, está chidisimo, me latieron un buen todas las rolas. Espero que toquen pronto para lanzarme. Me has emocionado hermano!

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  4. Hombre, Armando!!! dichosos los ojos, bro! que alegría verte por aquí :D
    Son la mejor banda de tu país, me alegra mucho que coincidamos en la opinión, es un disco excelente, ya verás como a cada escucha que le des te va gustando más y más.
    Ya me dijo, Pris que andas viviendo en Argentina, espero que estés atravesando un gran momento.
    Un abrazo enorme!

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  5. Estan con madre! los vi en Mty y me volaron la cabeza, excelente disco y muy buen post, gracias,

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  6. Hola Poncho! bienvenido a esta humilde bitácora :)
    Me consta que ese concierto de Monterrey estuvo padrísimo, que bien que los vieras, que enorme directo tienen, verdad? yo cuando los vi en el DF salí alucinado.
    Muchas gracias por la visita, espero que hayas encontrado más cosas de tu agrado por aquí.
    Un abrazo!

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