sábado, 4 de abril de 2009

CHAPTERHOUSE

WHIRLPOOL (1991)

La década de los 90's siempre se quedará en mi memoria como la mas inspirada en cuánto a la producción de sonidos afines a mi gusto.A principios de tal década surgió ese estilo tan complejo que fue el shoegazing que era el nombre que recibía la música efectuada por las bandas que dotaban a su música de multitud de efectos de guitarra y que acostumbraban a tocar,precisamente por ese motivo con la mirada puesta en sus pies.De aquel pequeño movimiento que dío muy buenas bandas salió este grupo de efímera existencia proviniente de Reading (Inglaterra),que sacó a la luz este enorme trabajo plagado de guitarras ruidosas y a la vez melódicas y con unas letras sombrías y estimulantes al mismo tiempo."Breather",pieza mas destacada del álbum abría una colección de temas de tratado ambiental que puede hacer las delicias de cualquier fan de My Bloody Valentine,Ride,Cocteau Twins o bandas actuales como Blonde Readhead y Asobi Seksu.La delicadeza pop de "Pearl" con la aportación a las voces de Rachel Goswell de Slowdive,el acercamiento a la tenebrosidad de "Autosleeper",la atemporal "Falling down" y el espasmódico ritmo de "Guilt" son otros momentos cumbre de esta obra magna.Andrew Sherriff,Ashley Bates,John Curtis,Simon Rowe y Stephen Patman eran los componentes de esta sensacional banda cuya música también fue etiquetada como dream-pop.
Lo que dejo aquí es la primera versión del disco,ya que después en el 2006 salió una versión remasterizada con temas extras que me parece menos apropiada para disfrutarlos en todo su esplendor.

2 comentarios:

  1. A diferencia de tu reseña de Catherine Wheel, aquí no coincidimos. Whirlpool me parece un disco realmente mediocre e insulso, del cual sólo salvaría de la quema dos o tres temas.
    Pero bueno... para gustos se hicieron los colores.
    Saludos!

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  2. Hombre,no es una obra maestra desde luego,jeje,pero a mí me gusta bastante esencialmente por sus dos primeros temas.De todos modos yo tengo un paladar auditivo muy basto y me desagradan pocas cosas dentro de estos géneros,sobretodo si es música de aquella década dorada en cuánto a indie-rock y rock alternativa (no es que me gusten mucho las etiquetas,pero a veces resulta dificil prescindir de ellas).Lo cierto es que si un disco tiene 3 o 4 piezas buenas ya lo considero notable.Pero vamos que si...que para gustos los colores,como no! jaja.

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