jueves, 2 de septiembre de 2010

THE MOST SERENE REPUBLIC

UNDERWATER CINEMATOGRAPHER (2005)

Las bandas canadienses tienen en común un sonido experimental y dinámico, ser capaces de picotear en diversos estilos saliendo bien paradas y contar en sus filas con muchos miembros que hacen que en vez de un grupo, su alineación en número, parezca más propia de un equipo de fútbol. Este septeto de Milton (Ontario) no es una excepción y su indie-rock de tintes indietrónicos y poperos resulta sumamente atractivo para todo aquel que disfrute con los sonidos que nos llegan del país norteamericano en una propuesta que puede recordar a grandes como Broken Social Scene, Death Cab For Cutie, The Postal Service o Stereolab. Tomando su nombre de la forma en que se conocía la antigua república independiente de Venecia en tiempos de los Dogos allá por el séptimo siglo después de Cristo, debutaron con este álbum tras la disolución de los efímeros Oneironauts, recibiendo una atención comedida en su país de origen precedida por una evolución lógica y merecida con sus siguientes trabajos (dos largos más y cuatro ep's) a nivel de ventas. Aún con todo su carrera no ha acabado de despegar, tal vez por ser una de las pocas bandas que nos llegan de Canadá sin ningún miembro en común con los nuevos mandamases del rock de allí, es decir, los antes mentados Broken Social Scene, Arcade Fire, The New Pornographers o Wolf Parade, que suelen mezclarse en sus discos a través de colaboraciones y proyectos paralelos, cosa que va muy bien para alabar las virtudes de una banda o captar la atención con dicho reclamo. De todos modos eso no quita para que tanto este como sus siguientes pasos sean más que dignos de esos monstruos que les hacen sombra y para dar fe de ello solo basta con escuchar canciones tan brillantes como "Content was always my favorite colour", la cuál inicia el viaje tras un breve prólogo de tonos psicodélicos, con una base poderosa de brumosidad electrónica que con una serie de melodías anárquicas que recuerdan un poco a los alemanes The Notwist y un estribillo acompañando un certero cambio de ritmo con unas acústicas de fondo y un piano muy afín a Coldplay, se erige en una de las piezas clave para entender la disparidad de este disco, la animada "(Oh) God", una delicia power-pop que vocalmente recuerda mucho a Ben Gibbard, y que considero mi favorita del lote por su ritmo bailable y por su emocional armonía de contundencia controlada, la original "The protagonist suddenly realizes what he must do in the middle of downtown traffic" (madre mía! que título tan largo!), que desprende belleza en cada uno de sus matices cualitativos que hacen de esta una canción preciosa, sin hacer ascos a los elementos clásicos, pasando del folk al jazz y del pop al rock parando a repostar en la fuente de la energía de la psicodelia experimental, la genial "Proposition 61", muy acorde a lo que hacen sus paisanos Stars pero con un cierto amago bossanova para dar un toque de distinción al corte, además de sumar en su parte final unos coros épicos al más puro estilo Arcade Fire, la veloz e inquietante "Where cedar nouns and adverbs walk", cercana al dream-pop y con un cierto deje espacial que trae a la memoria a los frnaceses M83, la bella "In places, empty spaces", majestuosa, elegante y conmovedora pieza de sutileza digital que en su melodía vocal emula el "Yellow" de Coldplay ligeramente (o al menos así lo creo yo, que estas cosas son muy subjetivas), aunque en su conjunto acaba siendo una perfecto extracto de pop preciosista, la fenomenal "Relative's Eyes", que podría haber interpretado perfectamente Georgia Hubley de Yo La Tengo, de nuevo la bossanova, aunque esta vez con un acento más marcado, apareciendo en "King of no one", en un ejercicio de estilo que contiene ecos de Stereolab, y la luminosa "You're a loose Cannon McArthur...but you get the job done", que transmite un cierto sabor emo muy excitante. Una obra muy fácil de digerir creada por Adrian Jewett, Nick Greaves, Ryan Lenssen, Sean Woolven, Andrew McArthur, Adam Nimmo y Emma Ditchburn.

2 comentarios:

  1. caguén sos! ni un comentario? pues pa q no se diga, copón. no me gusta tanto como el population pero tiene unas cuantas joyitas q son la hostia, y eso q son unos chavales como quién dice! qué bueno lo del nombre y Venecia, no lo sabía. tantos estudios de historia pa ná joder... jajaja.

    voy a subir en breve a los Chikita Violenta, q están apadrinados por broken social scene y están de puta madre, man. son mexicanos pero como si fueran canadienses. ya te daré el toque pa' q te los pilles

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  2. Recuerdo que uno de los primeros discos que posteaste en tú genial blog, fue de ellos ('Population', claro), para mi sorpresa y como no podía ser de otra forma el primer comentario aquí, es tuyo. Muchas gracias por ello. Además me encantó aquel disco que como ya te dije, no tenía. Casi todo lo que viene de Canadá me parece tremendo y ya estoy ansioso por escuchar a esos Chikita Violenta, que si vienen apadrinados por Broken Social Scene y el tio Silencekid, han de ser la hostia.

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