THE BODY, THE BLOOD, THE MACHINE (2006)
Hala! se acabó lo bueno, ya estoy de vuelta tratando de hacerme a la idea de que a partir de ahora y durante un tiempo, se ha terminado eso de largarme a tumbarme unos días a la bartola con alevosía y regocijo, dejando este blog más colgado que los atributos de un gorila. Han sido unos días muy saludables en los que dentro de la más absoluta tranquilidad, me ha dado tiempo de hacer de todo, desde comer como un jabalí en casa y fuera (que bien se come en el restaurante de mi amiga Ana! si vais a La Almunia de Doña Godina, es parada obligatoria, de verdad. El lugar se llama 'Lolita' y es muy bonito además. Ah! y hacen conciertos), tanto que estoy cinco kilos por encima de mi peso ideal, o sea que a ponerse a régimen toca, a hacer caminatas por la comarca, ir a ver a mi Real Zaragoza a La Romareda e incluso conocer a Don Vicente Del Bosque (un hombre encantador) en la feria de la vendimia de Cariñena donde disfruté gracias a mi amiga Trinidad de un coctel inflamado de políticuchos que me permitió beberme hasta el agua de los floreros y acabar con todas las existencias de jamón habidas y por haber ofrecidas para la ocasión, que para algo soy un palangana que no puede pegarse homenajes de semejante magnitud (me acordé de ti Sulo, porque tú que eres amante del vino como yo, hubieras disfrutado mucho y además nos hubiésemos echado unas risas con el parecido del seleccionador con Don Pantuflo y Mister Satán, más real incluso in person que en la tv). En fin, que no es cuestión de dar la brasa con mis paridas vacacionales, así que para volver a emprender la marcha, como he tenido la suerte de no sufrir las inclemencias del cierzo aragonés estos días y continua haciendo buen tiempo también en Barcelona, aunque estemos ya inmersos en pleno Otoño, pues me ha apetecido postear este fabuloso disco del trío de Portland (Oregon), The Thermals, que viene muy bien para ahuyentar un posible ataque de nostalgia y pesadumbre que por fortuna todavía no me afecta, pero que puede aparecer de un momento a otro en esta jornada de vuelta a la urbe. 'The body, the blood, the machine', es un disco enérgico, todo un pildorazo de power pop e indie rock que hará las delicias de todo aquel acérrimo seguidor de bandas como Weezer y alrededores, y es que todo en el que fue su tercer disco de los seis que llevan publicados hasta la fecha, es radiante, hecho desde la pasión, como si estuviera a un paso de estallar su corazón, pero con mucha idea, sin desviarse del camino y sonando a las mil maravillas. Un arrojo y un empaque que puede recordar en cierta manera a lo que hacían McCarthy, pero no en el sentido musical, sino en el modo de hacer las cosas de una forma totalmente entregada. Ramalazos de punk-pop emocionado con un denominador común en sus letras, ya que el álbum es un trabajo conceptual basado en una fábula orwelliana en la que una pareja trata de huir de un país (Estados Unidos en este caso) que está gobernado por fanáticos religiosos. Guitarras afiladas, baterías compactas que invitan al movimiento descontrolado y una voz excelente que cada vez está más cerca de ser un híbrido entre David Gedge de The Weeding Present y John Darnielle de The Mountain Goats. Siendo francamente dificil aislar unas canciones de otras y sonando más concreto que en otras ocasiones, este trabajo contiene maravillas como "Here's your future", con esa rabia contenida pero explícita a la vez que cabalga furiosa sobre guitarras fibrosas con la historia bíblica de Noé y la gran inundación como telón de fondo encubierto, "I might need you to kill", dulce como la miel en una atmósfera de melodías embellecidas por capas nítidas que flirtean con el pop más emocional, "An Ear for Baby", que podría ser una especie de tema de Mudhoney si estos se dedicaran a adornar su propuesta con texturas de corte melódico, "A pillar of salt", deslumbrante, veloz y trepidante canción que cuenta la historia de la fuga de Sodoma y Gomorra con distinta máscara, que se convirtió al segundo de escucharla en mi favorita del lote y que además cuenta con un divertidísimo vídeo, y que podría decir que es uno de los temas en general que más me hacen mover por esas guitarras contagiosas hasta la extenuación, "Returning to the fold", breve pero concisa, en algún lugar entre Superchunk y los primeros Apples In Stereo, "Test pattern", más reposada y con cierta herencia cincuentera en su ritmo, "Santa Rosa and the swallows", ruidosa y furtiva pieza de inquietante texto, y "I hold the sound", excelente despedida en tono progresivo para una obra excepcional creada por Hutch Harris, Kathy Foster y Caitlin Love.
Welcome back to reality, my dear friend!!! Así me gusta, que vuelvas de vacaciones con buen humor y con tanta caña como ofrece lo que hoy nos presentas, lo investigué por Youtube y suena bien, rockero pero sin estridencias, alegre y desenfadado. Espero que ese buen humor te dure a tiempo de poder enfrentarte con un par a la vuelta al trabajo, jeje. Veo que te lo pasaste de fábula por tierras aragonesas, me alegro, así no echarías de menos para nada los conciertos de la Mercè, el de la Damm ya te contaré pero fue una auténtica locura de gente, había que tener mucha resistencia a las masas para aguantarlo, te lo aseguro, pero estuvo muy bien pese a todo.
ResponderEliminarUn besito!!!
Que alegría ver un comentario tuyo por aquí después de tanto tiempo (por mi culpa que soy un golfo que siempre está fuera, jeje).
ResponderEliminarPues he venido animado curiosamente, lo he pasado bien sin hacer nada del otro jueves, pero tratando de disfrutar y descansar al máximo. Mañana no sé que tal lo llevaré no obstante que siempre da pereza volver a enganchar en el tajo, para que nos vamos a engañar, jaja.
Me alegra mucho que lo pasaras bien en los conciertos de la Merçe, más teniendo en cuenta que aguantaste estoicamente las aglomeraciones (ya se sabe que la pela es la pela en Barna y todo lo que sea gratis, explosión de personal que te criaron, jeje). Ya me contarás bien, pero intuyo que valió la pena a pesar de todo.
Sobre este disco, pues decir que sienta muy bien en días de esos que se levanta uno a tope de moral con ganas de hacer cosas, ya lo verás si se te ocurre recurrir a él algún día así.
Un beso grande de boas noites!
gracias por subir este disco me recuerda mucho a los buenos tiempos de weezer.
ResponderEliminarhttp://comicnacion.blogspot.com/
No se merecen las gracias, por Dios! faltaría más :P
ResponderEliminarPues sí que recuerda bastante a Weezer, al menos a su primera épica o sus canciones más power-poppis. Me alegra mucho que te haya motivado este disco.
Me ha gustado tú blog, no es que sea un gran aficionado al cómic, pero últimamente, gracias a uno de los blogs que tengo linkeados he descubierto que me he perdido muchas cosas buenas en ese arte. De Milo Manara si que he leído algo, no obstante, jeje.
Un abrazo y ahora mismo agrego tú blog en la lista de blogs que sigo.