El pasado miércoles a última hora de la tarde me acerqué al centro donde había quedado con mi gran amigo Dani para desconectar del ajetreado inicio de semana viendo una buena película en el cine. La elegida fue 'The fighter', que se me había metido entre ceja y ceja al igual que 'Valor de ley', pero que al contar con la presencia del siempre intenso Christian Bale, ganó la partida. Era la primera vez en mucho tiempo que, acorde a mi gusto, la cartelera presentaba un buen número de filmes interesantes, al menos sobre el papel, tales como estas dos, '127 horas', 'Más allá de la vida' o 'Cisne negro', cuyos directores de cada una de ellas, me encantan, pero el caso es que aquella historia basada en hechos reales sobre dos hermanos boxeadores de Lowell, un barrio humilde de Middlesex County (Massachusetts), me llamaba especialmente la atención. Fue un acierto, porque la película es conmovedora, divertida, amena y con unas actuaciones más que brillantes que te hacen reflexionar metiéndote en sus pieles, tal vez la mejor película de temática pugilística que he visto jamás con permiso de 'Toro Salvaje' y junto a esta y 'Una última jugada' de Spike Lee, la que completa el podio de las mejores sobre deporte en general. Pero si algo quiero destacar tratándose este blog de un espacio sobre música, es su banda sonora. Una autentica sorpresa por su variedad y su calidad, en la que podemos disfrutar de bandas clásicas como Whitesnake, Aerosmith, Traffic, The Rolling Stones, Led Zeppelin y The Mahones, futuras promesas (o realidades actuales, según se mire) como The Heavy y Dropkick Murphys e ilustres atemporales como Red Hot Chilli Peppers, Ben Harper o The Breeders, esa fabulosa formación de Boston (Massachusetts), que tan bien me sentó volver a escuchar en esta ocasión, que me complace dedicarle unas líneas en esta semana improvisada de la reivindicación femenina en el indie-rock. Mucho he tardado en destacar el entretenimiento principal de las hermanas Deal, apareciendo por aquí antes diversas formaciones relacionadas con este proyecto de forma directa o indirecta como Throwing Muses, Belly y Pixies, pero como nunca es tarde si la dicha es buena, recupero el sensacional 'Last splash', que irrumpió como un ciclón en el panorama alternativo americano a principios de los 90's. Su segundo álbum de estudio, aún sin la talentosa Tanya Donnelly en sus filas, supuso una eclosión caída como agua de Mayo que llegó a alcanzar un más que admirable número de adeptos y por consiguiente un gran número de ventas, sobretodo por su emblemático tema "Cannoball", todo un boom que además contaba con el reclamo de un fabuloso vídeo dirigido a medias por un entonces novato Spike Jonze (tenía tan sólo veinticuatro años y era responsable de un par de clips) y Kim Gordon, cantante, bajista y guitarrista de Sonic Youth. Ahí rasgaban las guitarras con fuerza y plasmaban un sonido de bajo hipnótico sobre un jovial melodía que cautivo al populacho y desde preciso instante Kim deal comprendió que The Breeders era algo más que un proyecto paralelo a su labor con la banda de su íntimo enemigo Black Francis, y razones tenía de sobra, no sólo por el éxito de esa canción sino por lo excitante de un global en el que se podía disfrutar del desenfado y la frescura que exponían a la superficie "New year", que empezaba el trayecto al ralentí para poner de inmediato una marcha corta e ir avanzando de forma vertiginosa con el freno de mano ausente hasta el final, "Invisible man", envolvente energía a medio camino entre el power-pop que a posteriori harían Weezer y el shoegaze atmosférico que antes llevaron a cabo Slowdive, "No aloha", exótica y divertida con cierto tono garagero en la distorsión vacía, corpórea, desnuda si cabe, en sus primeros instantes y que luego con la batería gana en empaque y ejecución, "Do you love now?", medio tiempo laborioso y peculiar, con ritmo vacilón y timidamente bluesero que en su estribillo gana enteros y que en su totalidad puede traer a la memoria a The White Stripes (no sé si es atrevido decir que influenciaron al inefable dúo de Detroit (Michigan), pero aquí les veo cierta relación), "I just wanna get along", donde vuelven a recurrir al ruidismo y el cambio de rumbo de forma eficaz en una pieza que muchos años más tarde popularizaron Prodigy al utilizar un extracto de ella para su "World's on fire", algo que por cierto habían hecho trece años antes con otro tema de este álbum, concretamente "S.O.S.", para su single "Firestarter", "Mad Lucas", un capricho que fusiona grunge y slowcore que recuerda tanto a Nirvana como a los primeros Cowboy Junkies, "Divine hammer", mi favorita por su alegría contagiosa, sus guitarras herederas de The Smiths y sus tarareables maneras pop, "Saints", el maravillosa corte que ha provocado que esta semana me haya vuelto loco buscando este cd en mi desordenada estantería porque es el que suena en la mentada película con la que abro esta entrada, y "Drivin' on 9", oda a la tradición en virtud del country más nostálgico y que choca con el resto demostrando que este grupo sabe desenvolverse bien en otras coordenadas y donde destaca Carrie Bradley que colabora añadiendo un violín que evoca una paisajística melodía acorazada. Que bien sienta volver a la última década del pasado milenio con las hermanas Kim y Klley Deal, Jim McPherson y Josephine Wiggs.
viernes, 18 de febrero de 2011
THE BREEDERS
LAST SPLASH (1993)
El pasado miércoles a última hora de la tarde me acerqué al centro donde había quedado con mi gran amigo Dani para desconectar del ajetreado inicio de semana viendo una buena película en el cine. La elegida fue 'The fighter', que se me había metido entre ceja y ceja al igual que 'Valor de ley', pero que al contar con la presencia del siempre intenso Christian Bale, ganó la partida. Era la primera vez en mucho tiempo que, acorde a mi gusto, la cartelera presentaba un buen número de filmes interesantes, al menos sobre el papel, tales como estas dos, '127 horas', 'Más allá de la vida' o 'Cisne negro', cuyos directores de cada una de ellas, me encantan, pero el caso es que aquella historia basada en hechos reales sobre dos hermanos boxeadores de Lowell, un barrio humilde de Middlesex County (Massachusetts), me llamaba especialmente la atención. Fue un acierto, porque la película es conmovedora, divertida, amena y con unas actuaciones más que brillantes que te hacen reflexionar metiéndote en sus pieles, tal vez la mejor película de temática pugilística que he visto jamás con permiso de 'Toro Salvaje' y junto a esta y 'Una última jugada' de Spike Lee, la que completa el podio de las mejores sobre deporte en general. Pero si algo quiero destacar tratándose este blog de un espacio sobre música, es su banda sonora. Una autentica sorpresa por su variedad y su calidad, en la que podemos disfrutar de bandas clásicas como Whitesnake, Aerosmith, Traffic, The Rolling Stones, Led Zeppelin y The Mahones, futuras promesas (o realidades actuales, según se mire) como The Heavy y Dropkick Murphys e ilustres atemporales como Red Hot Chilli Peppers, Ben Harper o The Breeders, esa fabulosa formación de Boston (Massachusetts), que tan bien me sentó volver a escuchar en esta ocasión, que me complace dedicarle unas líneas en esta semana improvisada de la reivindicación femenina en el indie-rock. Mucho he tardado en destacar el entretenimiento principal de las hermanas Deal, apareciendo por aquí antes diversas formaciones relacionadas con este proyecto de forma directa o indirecta como Throwing Muses, Belly y Pixies, pero como nunca es tarde si la dicha es buena, recupero el sensacional 'Last splash', que irrumpió como un ciclón en el panorama alternativo americano a principios de los 90's. Su segundo álbum de estudio, aún sin la talentosa Tanya Donnelly en sus filas, supuso una eclosión caída como agua de Mayo que llegó a alcanzar un más que admirable número de adeptos y por consiguiente un gran número de ventas, sobretodo por su emblemático tema "Cannoball", todo un boom que además contaba con el reclamo de un fabuloso vídeo dirigido a medias por un entonces novato Spike Jonze (tenía tan sólo veinticuatro años y era responsable de un par de clips) y Kim Gordon, cantante, bajista y guitarrista de Sonic Youth. Ahí rasgaban las guitarras con fuerza y plasmaban un sonido de bajo hipnótico sobre un jovial melodía que cautivo al populacho y desde preciso instante Kim deal comprendió que The Breeders era algo más que un proyecto paralelo a su labor con la banda de su íntimo enemigo Black Francis, y razones tenía de sobra, no sólo por el éxito de esa canción sino por lo excitante de un global en el que se podía disfrutar del desenfado y la frescura que exponían a la superficie "New year", que empezaba el trayecto al ralentí para poner de inmediato una marcha corta e ir avanzando de forma vertiginosa con el freno de mano ausente hasta el final, "Invisible man", envolvente energía a medio camino entre el power-pop que a posteriori harían Weezer y el shoegaze atmosférico que antes llevaron a cabo Slowdive, "No aloha", exótica y divertida con cierto tono garagero en la distorsión vacía, corpórea, desnuda si cabe, en sus primeros instantes y que luego con la batería gana en empaque y ejecución, "Do you love now?", medio tiempo laborioso y peculiar, con ritmo vacilón y timidamente bluesero que en su estribillo gana enteros y que en su totalidad puede traer a la memoria a The White Stripes (no sé si es atrevido decir que influenciaron al inefable dúo de Detroit (Michigan), pero aquí les veo cierta relación), "I just wanna get along", donde vuelven a recurrir al ruidismo y el cambio de rumbo de forma eficaz en una pieza que muchos años más tarde popularizaron Prodigy al utilizar un extracto de ella para su "World's on fire", algo que por cierto habían hecho trece años antes con otro tema de este álbum, concretamente "S.O.S.", para su single "Firestarter", "Mad Lucas", un capricho que fusiona grunge y slowcore que recuerda tanto a Nirvana como a los primeros Cowboy Junkies, "Divine hammer", mi favorita por su alegría contagiosa, sus guitarras herederas de The Smiths y sus tarareables maneras pop, "Saints", el maravillosa corte que ha provocado que esta semana me haya vuelto loco buscando este cd en mi desordenada estantería porque es el que suena en la mentada película con la que abro esta entrada, y "Drivin' on 9", oda a la tradición en virtud del country más nostálgico y que choca con el resto demostrando que este grupo sabe desenvolverse bien en otras coordenadas y donde destaca Carrie Bradley que colabora añadiendo un violín que evoca una paisajística melodía acorazada. Que bien sienta volver a la última década del pasado milenio con las hermanas Kim y Klley Deal, Jim McPherson y Josephine Wiggs.
El pasado miércoles a última hora de la tarde me acerqué al centro donde había quedado con mi gran amigo Dani para desconectar del ajetreado inicio de semana viendo una buena película en el cine. La elegida fue 'The fighter', que se me había metido entre ceja y ceja al igual que 'Valor de ley', pero que al contar con la presencia del siempre intenso Christian Bale, ganó la partida. Era la primera vez en mucho tiempo que, acorde a mi gusto, la cartelera presentaba un buen número de filmes interesantes, al menos sobre el papel, tales como estas dos, '127 horas', 'Más allá de la vida' o 'Cisne negro', cuyos directores de cada una de ellas, me encantan, pero el caso es que aquella historia basada en hechos reales sobre dos hermanos boxeadores de Lowell, un barrio humilde de Middlesex County (Massachusetts), me llamaba especialmente la atención. Fue un acierto, porque la película es conmovedora, divertida, amena y con unas actuaciones más que brillantes que te hacen reflexionar metiéndote en sus pieles, tal vez la mejor película de temática pugilística que he visto jamás con permiso de 'Toro Salvaje' y junto a esta y 'Una última jugada' de Spike Lee, la que completa el podio de las mejores sobre deporte en general. Pero si algo quiero destacar tratándose este blog de un espacio sobre música, es su banda sonora. Una autentica sorpresa por su variedad y su calidad, en la que podemos disfrutar de bandas clásicas como Whitesnake, Aerosmith, Traffic, The Rolling Stones, Led Zeppelin y The Mahones, futuras promesas (o realidades actuales, según se mire) como The Heavy y Dropkick Murphys e ilustres atemporales como Red Hot Chilli Peppers, Ben Harper o The Breeders, esa fabulosa formación de Boston (Massachusetts), que tan bien me sentó volver a escuchar en esta ocasión, que me complace dedicarle unas líneas en esta semana improvisada de la reivindicación femenina en el indie-rock. Mucho he tardado en destacar el entretenimiento principal de las hermanas Deal, apareciendo por aquí antes diversas formaciones relacionadas con este proyecto de forma directa o indirecta como Throwing Muses, Belly y Pixies, pero como nunca es tarde si la dicha es buena, recupero el sensacional 'Last splash', que irrumpió como un ciclón en el panorama alternativo americano a principios de los 90's. Su segundo álbum de estudio, aún sin la talentosa Tanya Donnelly en sus filas, supuso una eclosión caída como agua de Mayo que llegó a alcanzar un más que admirable número de adeptos y por consiguiente un gran número de ventas, sobretodo por su emblemático tema "Cannoball", todo un boom que además contaba con el reclamo de un fabuloso vídeo dirigido a medias por un entonces novato Spike Jonze (tenía tan sólo veinticuatro años y era responsable de un par de clips) y Kim Gordon, cantante, bajista y guitarrista de Sonic Youth. Ahí rasgaban las guitarras con fuerza y plasmaban un sonido de bajo hipnótico sobre un jovial melodía que cautivo al populacho y desde preciso instante Kim deal comprendió que The Breeders era algo más que un proyecto paralelo a su labor con la banda de su íntimo enemigo Black Francis, y razones tenía de sobra, no sólo por el éxito de esa canción sino por lo excitante de un global en el que se podía disfrutar del desenfado y la frescura que exponían a la superficie "New year", que empezaba el trayecto al ralentí para poner de inmediato una marcha corta e ir avanzando de forma vertiginosa con el freno de mano ausente hasta el final, "Invisible man", envolvente energía a medio camino entre el power-pop que a posteriori harían Weezer y el shoegaze atmosférico que antes llevaron a cabo Slowdive, "No aloha", exótica y divertida con cierto tono garagero en la distorsión vacía, corpórea, desnuda si cabe, en sus primeros instantes y que luego con la batería gana en empaque y ejecución, "Do you love now?", medio tiempo laborioso y peculiar, con ritmo vacilón y timidamente bluesero que en su estribillo gana enteros y que en su totalidad puede traer a la memoria a The White Stripes (no sé si es atrevido decir que influenciaron al inefable dúo de Detroit (Michigan), pero aquí les veo cierta relación), "I just wanna get along", donde vuelven a recurrir al ruidismo y el cambio de rumbo de forma eficaz en una pieza que muchos años más tarde popularizaron Prodigy al utilizar un extracto de ella para su "World's on fire", algo que por cierto habían hecho trece años antes con otro tema de este álbum, concretamente "S.O.S.", para su single "Firestarter", "Mad Lucas", un capricho que fusiona grunge y slowcore que recuerda tanto a Nirvana como a los primeros Cowboy Junkies, "Divine hammer", mi favorita por su alegría contagiosa, sus guitarras herederas de The Smiths y sus tarareables maneras pop, "Saints", el maravillosa corte que ha provocado que esta semana me haya vuelto loco buscando este cd en mi desordenada estantería porque es el que suena en la mentada película con la que abro esta entrada, y "Drivin' on 9", oda a la tradición en virtud del country más nostálgico y que choca con el resto demostrando que este grupo sabe desenvolverse bien en otras coordenadas y donde destaca Carrie Bradley que colabora añadiendo un violín que evoca una paisajística melodía acorazada. Que bien sienta volver a la última década del pasado milenio con las hermanas Kim y Klley Deal, Jim McPherson y Josephine Wiggs.
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Dios!!!! Aquí me has dao totalmente :D
ResponderEliminarDiscazo!
..y yo que me alegre!!
ResponderEliminarno sabes el subidón que me dio escuchar 'Saints¡ en el cine a todo trapo, jeje.
Monumental disco, sin duda.
Como disfruto tocando la fibra sensible de la nostalgia :P
Un abrazo, tio!
Mira que práctico, tenía canciones sueltas pero voy a aprovechar. Un saludo. De la calidad del disco, ni digo nada.
ResponderEliminarYo nunca escuché este disco, no acabé de decidirme solo con Last Splash. excelente oportunidad!
ResponderEliminarSaludos!!! Grandes recuerdos me trae este disco y me va genial porque lo tenía olvidado entre mis vinilos junto al maxi y el e.p "Safari"(tuve que desmontar el plato y la tabla con la cosa de los niños hace años).
ResponderEliminarAsí que se agradece recuperar a la simpática Kim , acabé un poco saturado esos años con "Cannomball" pero me alegra un montón volver a escuchar "i just wanna get along" "dine hammer" o "drivin' on" que son mis preferidas.
De todas maneras a mi el que más me gusta es el primer disco de ellas (Pod), cuando estaba Tanta Donelly y no estaba la hermana de Kim , seguramente suene más a Tanya que a Kim , pero me encanta la oscuridad de las canciones pese a ser más lento.
Es muy buen disco en global Uri, seguro que a esas canciones que ya tienes les vendrá muy bien la compañía del resto. Para ponerse nostálgico noventero es un disco estupendo.
ResponderEliminarBuen finde, figura!
Nostálgico Burrino!
ResponderEliminarQue sentimentales estamos hechos eh? como volvemos a los 90's en invierno como la abejas al panal en verano (si, si, sé que se ha notado que solo quería aportar un simil estúpido, porque no tengo ni idea de si van al panal en esa época, en otra, si no van o si ya están, jeje).
Ya me dirás si te ha convencido la música de estos ye-ye's alternativos.
Nunca es tarde si la dicha es buena...
General bboyz! ya sabes que soy como Gracita Morales, en el sentido de que disfruto desénpolvando discos olvidados (en este caso son discos, que la mítica actriz le quitaba el polvo a todo menos a José Luis López Vázquez, que estaba frito de aguantar su voz de pito sin recompensa el pobre hombre).
ResponderEliminarA mí también me parece una tipa simpática Kim Deal y siempre me hizo mucha gracia que su hermana Kelley fuera tan mala como músico, siempre se dijo que no tenía ni idea de tocar y le guiaba Kim, jeje, no sé si sería cierto del todo. Creo que todos acabámos aborreciendo 'Cannonball' y es una pena orque había otras canciones geniales en este álbum. No obstante yo también prefiero 'Pod' de hecho no posteé ese ayer porque la canción que sale en la película que nombro pertenece a 'Last splash'.
Por cierto, voy a revisar el post, poruq eme suena que puse una pedrada al decir que este disco fue anterior a que Tanya Donnelly formara parte del grupo y fue al revés, que lapsus...
Un abarzo y a pasar un grato fin de semana!
NOTA: siento el humor alpargatero barato de estos comentarios, es sábado matinal y ando espeso porque me he tragado esta noche un partido de la NBA y he dormido tres horas. Sé que no es excusa, pero...
Qué temazo "Cannonball", me encanta, es de esas canciones que cuando aparecen en mi mp3 (la tengo en una especie de remix de temas indies de los noventa) no puedo evitar darle al rewind para que vuelva a sonar (y no sólo una vez). Vaya rescate de discos de los noventa que estás haciendo, te veo nostálgico!! Lo curioso es que muchos de estos temas no los conocía en su momento sinó que los he conocido muchísimos años después, así que asumo la máxima de "nunca es tarde si la dicha es buena". Y no sabes lo mejor... estuve a punto de ponerlo en el blog el jueves...
ResponderEliminarPor cierto, escuchaste que salió ya la última canción de Radiohead??? Me costó un poco la primera escucha... pero al final me enganchó, me gusta!! Y una amiga se ha comprado online el disco y me lo ha pasado, si lo quieres, ya sabes!!!
Un besazo y que tengas buen fin de semana!! Descansa!!! (tú que podrás, jeje, porque yo este finde me parece que la palabra descanso no entra dentro del vocabulario)
Vaya por Dios, pues ya me sabe mal que este finde no te vaya a ser muy relajado :( y más teniendo en cuenta que es por razones laborales, esa losa tan fea que arrastramos los de clase media, jeje. En fin, espero que se te haga llevadero y no acabe siendo un sopor.
ResponderEliminarYa ves como estoy de nostálgico jajaja, la verdad es que adoro los 90's y habitualmente lo que más pongo son discos de esa época, el embrión de todo lo que escuchamos ahora creo yo, lo que pasa es que prefiero ir alternando con álbumes más recientes, que si no parece que se limita un poco esto, no? que curioso lo de que te planteras poner 'Cannoball' el jueves, soy un plagiador de ideas :P
Aún no he escuchado el de Radiohead. El bueno de Joaquim tuvo la gentileza de pasarme un link ayer, pero el enlace estaba roto, mi gozo en un pozo...te ganarás el cielo si me lo pasas ;) si no te supone una molestia, claro...
Bueno, un beso muy grande y lo dicho, que disfrutes del finde a pesar de los incovenientes.
...pues el cielo es tuyo :)
ResponderEliminarmuchas gracias, te debo una y bien gorda!
ha tardado bastante en bajarse, así que parece un problema global. De momento he escuchado la inicial y suena rara pero adictiva, me gusta. Ya íremos comentando.
Que bien lo de los conciertos de tu orquesta, pensaba que tenías que currar, seguro que el de esta tarde ha ido genial también y el de mañana mejor todavía :P
Besos de bona nit!