jueves, 21 de febrero de 2013

CULTS

CULTS (2011)
  
Desde hace unos meses me he convertido en un adicto moderado de uno de esos juegos musicales que ponen a disposición de los usuarios en la red social 'caralibro'. Comencé tímidamente como pasatiempo y ahora me sorprendo al ver que me he vuelto tremendamente competitivo y contesto los títulos de las canciones o el grupo que suena en cuestión, en décimas de segundo e incluso busco rivales nuevos a los que batir. Por un lado pienso que es lamentable, porque me concentro al máximo para algo que es bastante estúpido, pero por otro me lo paso pipa y de rebote escucho alguna cosa en las listas que me mandan o envío que no conocía de antes, algo que además me choca porque en la mayoría de ocasiones la cosa no te da mas que para llevarte al oído tan solo unos cinco segundos tirando al máximo. Esta es la razón por la que me gusta ante todo, en un choque frontal con el eterno dilema del afán de superación, que siempre he encontrado algo cuestionable, ya que uno que no está acostumbrado a ganar ni cuando juega contra sí mismo, así que se puede volver un demente cuando empieza a hacerlo, y es que este humilde servidor que escribe, siempre ha sido un 'loser' que no vencía ni de crío a las canicas. Es verdad, nunca ganó a nada, tiro de memoria y madre mía, que paquete he sido toda mi vida en el juego. Ni al bingo, ni a la Bonoloto, ni a las tragaperras (aunque a esto solo le he echado un par de veces), ni a las cartas, ni al Monopoly, ni al Dominó, ni al Rummy, ni al Trivial Pursuit, ni a los videojuegos de consóla, ni nada, de hecho si he ganado algo ha sido en colectivo, jugando al basket, porque es que a lo demás, a lo individual, ni cerca he andado, hasta puedo decir que hace unas semanas, cuando a punto estaba de saborear las mieles del triunfo, en una situación casi inédita para mi, liderando la clasificación en una partida de bolos con mi chicolina y mis cuñados Elizabeth y Felipe, finalmente me quedé a las puertas perdiendo por dos miseros puntos, que desgracia!, pero bueno, no importa, hay barcas para seguir remando como decía un viejo amigo mío en las noches de sombras ebrias, cuando nos rechazaban las muchachas el baile pegajoso.

La cosa es que como digo, el juego este pues es muy entretenido y de manera inédita en mi rendimiento me proporciona el gustazo de lo que es alzarme con la victoria en algo y dejar de pensar que soy el indiscutible rey de los cenizos, pero lo mejor es que me echo al cuerpo sorpresas sonoras como este dúo de Manhattan (New York), que tuvo cierta repercusión hace un par de años con motivo de la edición de este disco de debut, pero que para mi pasó desapercibido, porque no me entero de la misa la mitad muchas veces cuando sale un grupo que muchos califican con la nueva gran sensación. Cults es una banda que propone un paseo que mezcla una cierta tendencia étnica filtrada en arrebatos de influencia cincuentera y modernizada con elementos electrónicos, algo difícil de describir o encasillar en un solo género, pero que se puede encuadrar dentro del indie-pop de filiación lo-fi o noise. En cualquier caso, sus once canciones son un pleno divertimento bien desarrollado y dan para bailar, cantar, reflexionar, soñar, reír y tranquilizar los pensamientos en la flotación del alma cansada y diréis que se me va la pinza con estas sandeces que digo, pero queda más original decir esto que simplemente afirmar que es una colección de canciones para desinhibirse y no hacer otra cosa que disfrutar.

Esta pareja chico-chica, se conocieron cursando estudios en la ilustre Universidad The New School, situada en Greenwich Village (New York), famosa por entregar los prestigios os premios nacionales del libro y por su reputación dentro del ramo artístico, y allí decidieron crear algo juntos al margen de las formaciones en las que empezaron haciendo sus primeros pinitos medio en serio. No tenían tampoco una intención mayor que matar el tiempo libre componiendo canciones para tocar en directo para un público amigo, pero cuando abrieron su bandcamp y colocaron tres temas, su crecimiento fue atroz. En menos de lo que tarda en cantar un gallo el proyecto era una realidad con un buen puñado de adeptos y los sembrado se ha recogido en dos años aumentado al máximo con la edición de su homónimo 'Cults' y la salida inminente de lo que será su continuación todavía sin título acordado, un trabajo del que dicen ellos que será más agresivo, dejando la sensación de que es una banda completa la que lo elabora.

A la espera de esa estimulante entrega, nos podemos contentar de sobra con esta estupenda piedra preciosa, que brilla en cada rincón de luminosidad creativa. La prueba de la mano de pistas tan lozanas como la apertura "Abducted", que da comienzo con un ritmo místico pero intimista en el sentido conciliador, brotando entre acústicas hasta que entra la batería y un teclado fascinante que la cubre de atmosférica nostalgia, una canción que se podría asociar para que os hagáis una idea de por donde van los tiros los que no hayáis escuchado aún el álbum, con los Arcade Fire menos épicos, Alpine o School Of Seven Bells, una bonanza breve que nos pone en vereda encaminados en la línea recta de la evocación espiritual que supone la espectacular "Go outside", mi favorita del disco, un portento que emula una caricia del viento sobre la piel, con un ritmo tribal fabuloso y una coralidad añeja que sin embargo se suspende en unos aires asiáticos en la perspectiva más tradicional imaginable, con la facultad de ser de esas piezas que uno puede oír hasta la extenuación sin temor a aborrecerla, "You know what i mean", de la que declaro su vocalista femenina que es la que más disfruta interpretando, y no es de extrañar cuando afrontamos su carga emocional y esa hermosura instrumental de fondo tan propia del pop de antaño, con Vaya Con Dios, en el lado reciente y The Crystals en el pasado como fuentes de inspiración, "Most wanted", que aboga en su justa medida por una continuidad estilística respecto a su antecesora, otra exquisitez de corazón engordado por la ambrosía positiva, "Walk at night", vuelta a las maquinas para lograr un ambiente chispeante y trotón, pero bien llevado con la melodía que no abandona la accesibilidad en ningún bajo ningún concepto, "Never heal myself", que me trae a la memoria a alguna gema de los suecos Caesars y aunque tal vez no tenga mucha relación en definitiva, si la tienen en esencia, pues también rescatan el espíritu de otras épocas con la idea de unir aquel legado de forma contemporánea, "Oh my God", redención festiva, a pesar de que esa definición parezca muy gratuita, golpes de efecto lustrosos en la percusión y unas estrofas que son pura bendición en el testamento del buen indie-rock, "Never saw the point", entre el vals acelerado y el surf-rock más reposado, una joya efervescente que cuenta con el encanto sugestivo que supone la voz de esta dotada cantante, "Bad things", misteriosa evolución vocal al compás de un piano de tono oscuro, muy en la línea de lo que hacen Little Dragon o Au Revoir Simone,  "Bumper", recitada a dúo en una camaradería que podría encajar en el ideario de The B-52's, y "Rave on", como si Peter Björn And John y Edward Sharpe & The Magnetic Zeros se juntaran en plan hippie a cantar a pulmón abierto en las verdosas praderas de cualquier rincón de la América profunda. Y es que el lote entero es genial, no podía dejar de comentar un solo corte.

Cults lo forman Ryan Mattos, que usa el sobrenombre de Brian Oblivion a la hora de firmar los discos, y que antes formó parte de Pascalle y colaboró puntualmente con los añorados Bedhead, y Madeleine Follin, que antes había cantado en una referencia de los californianos Youth Gone Mad, grupo punk liderado por Paul Kostabi, a su vez ex-miembro de White Zombie e involucrado en algún tema de este 'Cults' en labores de producción. En vivo la plantilla se extiende a la categoría de quinteto con la presencia de Gabriel Rodríguez, Cori Stier y Nathan Aguilar, núcleo duro de los contundentes Boomsnake, y Marc Deriso, batería de Japandi.


2 comentarios:

  1. El song pop nos ha traído muchas alegrías jaja... además es un juego que nunca te aburre, porque puedes explorar distintas listas. Y tu cariño... eres un sabio musical.

    Sobre Cults, ya sabes que no les di escucha hasta que tu me lo dijiste y este disco me gustó mucho, no sé si tenga en sí una favorita pues es un álbum muy escuchable y me parece sencillo pero a la vez muy completito.

    Mua! mua! mua!

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  2. Hala, sabio dice!! que exagerada, jaja, como mucho soy un pelmazo musical con buena memoria para los nombres, pero de saber yo no sé de nada, soy tu meloncete ignorante, cosita :D
    Pues si que nos ha dado alegrías ese juego, es bien ameno y divertido, gracias por dármelo a conocer!

    Defines muy bien lo que brinda Cults, es un grupo muy fácil de digerir y su mayor virtud es que cada canción brilla, no se puede uno decantar facilmente por una sola de ellas. Tu percepción es de-fi-ni-ti-va XD
    Muas inagotables para ti!

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